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Este es el relato de una experiencia vivida por el autor en Haití después del terremoto de 2010 que le significó plantearse serias interrogantes respecto a la voluntad de la comunidad internacional de resolver una crisis de esa proporción y transformar dicha urgencia en desarrollo para el país tal como había sido aprobado por la comunidad internacional pocos meses después del terremoto. Busca compartir una reflexión acerca del periodo de vida posterior a la segunda guerra mundial que significo para muchos jóvenes de aquella época comprometerse en la búsqueda de una sociedad mas solidaria y justa. Idealistas y utópicos pero sinceros en sus compromisos y dispuestos a entregar todo sin pedir nada a cambio.Su enemigo principal era la pobreza y por lo tanto la falta de oportunidades para millones de familias del llamado mundo subdesarrollado.
A 34 años del fin de la dictadura de los Duvalier y a 10 años del terremoto del 2010, Haití sigue en crisis.
A dos horas de vuelo de Estados Unidos y a pesar de la presencia activa de la comunidad internacional, Haití sigue en crisis.
Haití represento los valores y el significado profundo de la Revolución Francesa, expresada en “Liberté, Egalité et Fraternité”. Fue gracias a la Revolución Francesa que los generales franceses negros del ejercito de Napoleón encabezaron la lucha por la independencia y abolición de la esclavitud.
Fue el primer país del mundo en abolir la esclavitud en 1804. La gesta heroica de Haití se encuentra en la base de los movimientos progresistas y democráticos del mundo; es, probablemente, la mejor expresión de los valores fundamentales sobre los cuales se deberían construir las relaciones entre los pueblos del mundo. Es la epopeya que inspira a tantas y tantos que desean una mejor sociedad; el débil que vence al poderoso motivado por los principios de justicia social y derechos humanos.
La generosa contribución de Haití a América Latina.
Haití, junto con abolir la esclavitud, fue el primer país de América Latina en independizarse. Recibió en dos oportunidades a Simón Bolívar, una en Les Cayes y la otra en Jacmel. En ambas ocasiones, Bolívar fue apoyado con armas, barcos y soldados para que pudiera continuar en la gesta libertadora de América Latina.
Era un contexto difícil para Haití en ese entonces. Su osadía de independizarse y de abolir la esclavitud fue demasiada provocación para las potencias de la época, que basaban su poderío económico en sus colonias y en el lucrativo comercio de seres humanos. Se le cerraron las puertas del comercio mundial, el bloqueo económico hizo su debut buscando dar un poderoso escarmiento a estos revolucionarios negros; para que su ejemplo no se propagara. A pesar de todo, Haití siguió apoyando las causas nobles, pero tuvo que pagar las consecuencias hasta el día de hoy.
Haití es hoy uno de los países más pobres del planeta, sus bosques representan menos del 2% de su superficie y el 70% de la población vive con menos de US$ 2 diarios.
El terremoto del 12 de enero del 2010 puso a Haití en la primera plana de los medios de comunicación del planeta. El inmenso drama humano, mas de 300 mil muertos y 1,5 millones de personas viviendo en las calles, provoco una reacción solidaria internacional con este pequeño gran país.
Se manifestó mediante una masiva presencia de los diferentes actores de la comunidad internacional.
Se comprometieron importantes recursos económicos y apoyos de todo tipo para enfrentar la tragedia.
Se reforzó la presencia de militares “internacionales “destinados a asegurar el orden publico, que ya estaban hace varios años, y se aprobó el plan de reconstrucción comprometiendo mas de diez mil millones de dólares para implementarlo en un plazo de varios años.
A diez años de esta inmensa tragedia Haití sigue en crisis. ¿Porqué?, ¿Cuáles son las responsabilidades de la comunidad internacional y de las autoridades locales?
¿Qué principios y valores orientan la comunidad internacional?
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