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Desde Francia se organiza la solidaridad con Chile
Por Gabriela Bravo periodista
La pandemia de covid 19 sorprendió al mundo entero este año, comenzando en China y siguiendo en Europa. Uno tras otro los países comenzaron a tomar las medidas necesarias para reducir el impacto de la enfermedad y deplorar el menor número de muertos.
En Francia se decretó el confinamiento de toda la población a partir del 17 de marzo. Las personas solo podían salir a comprar comida, hacer una hora de deporte o ir al médico. Esto implicó la parálisis de casi toda la economía, sin embargo, el sistema de protección social de este país permitió que la gente pudiera respetar la cuarentena y quedarse en casa ya que el Estado pagó en un 100% los sueldos de los trabajadores a través de la « cesantía parcial » o « censantía técnica ».
En Chile, las medidas adoptadas fueron dispares, comenzando por las « cuarentenas dinámicas » que confinaban a una comuna específica o incluso solo un barrio de una comuna. El 15 de mayo se decretó la cuarentena total para el Gran Santiago, que ha sido extendida por el momento hasta el 12 de junio. Sin embargo, comunas como Cerro Navia, Conchalí, Lo Espejo, Lo Prado, Renca y otras habían comenzado el confinamiento el 8 de mayo.
En estas comunas de escasos recursos un número importante de sus habitantes desempeñan trabajos informales, por lo que la cuarentena los privó de cualquier forma de remuneración. Frente a esto el gobierno asignó un bono Covid de 50 mil pesos (58€) a las familias más vulnerables. Al mismo tiempo dictó la Ley de Protección al Empleo que permite suspender el pago de los trabajadores hasta por 5 meses, para que ellos usen el seguro de cesantía.
En este contexto, el 18 de mayo explotan las protestas del hambre en la comuna de El Bosque, que se extienderán por diferentes zonas en todo el país. Frente a la desesperación de los pobladores el gobierno decide enviar a las fuerzas del orden para aplacar las revueltas. Sin embargo, el hambre no se calma con represión, por lo que vecinos de las comunas afectadas decidieron crear ollas comunes para alimentar a la mayor cantidad de personas.
Estas imágenes dieron la vuelta al mundo, llegando hasta los ojos de los chilenos residentes en Francia quienes decidieron no quedarse de brazos cruzados frente al flagelo que viven sus compatriotas.
Una de las primeras iniciativas surge en París, donde un grupo de amigos impactados por las imágenes difundidas deciden meter las manos a la masa y vender empanadas para recaudar fondos y enviarlos a Chile.
Patricia Alarcón, una de las iniciadoras de la venta solidaria explica como nace este proyecto. « Vimos los videos de Chile, todo lo que estaba pasando, sobre todo que los abuelitos no tenía para comer. Eso nos motivó y nos dijimos tenemos que hacer algo. Fue una idea que surgió espontánea, al pricipio éramos 3, pero se fueron sumando más personas. Ahora la gente está reaccionando y todos quieren ayudar. Fue algo súper rápido, lo decidimos un miércoles, el jueves se hicieron los afiches y el viernes ya estaban los pedidos ».
En la venta de empanadas del 23 de mayo se recaudaron 750€ que fueron entregados a las agrupaciones « Primera Línea Femenina » y la « Primera del Pueblo », quienes enviaron un video de agradecimiento.
La semana siguiente se vendió un menú de costillar con ensalada y pebre y la semana después se organizó una rifa. El dinero es enviado a diferentes asociaciones que han levantado ollas comunes en El Bosque, La Pintana y Alto Hospicio. Se espera que el dinero recolectado en las semanas que vienen vaya en beneficio de las comunas de La Granja, Colina y una toma de La Florida.
Otra ciudad en la que un grupo de chilenos se organizó para recaudar fondos es Burdeos, donde nuevamente un grupo de amigos decidió que debía hacer algo para « ayudar y paliar el hambre que está sufriendo nuestra gente » indica Julio Masip, uno de los organizadores de la venta de empanadas en dicha ciudad.
El evento que se realizó el sábado 6 de junio fue un éxito ya que no solo se vendieron todas las empanadas, sino también hubo una gran participación del público francés.
Uno de los motivos por los que diferentes chilenos se han organizado de manera espontánea es la desastroza gestión que ha tenido el gobierno de Chile tanto para combatir la pandemia como para apaciguar el descontento social.
Para Julio Masip las imágenes que se ven hoy en Chile hacen eco a un periodo que se viviera durante la dictadura. «Hay que saber que en los años 80 las ollas comunes abundaban en todo el país y vuelve a resurgir este movimiento debido a la pobreza y al sufrimiento de la gente que no puede cobrar sus salarios, no les pagan, no tienen qué comer y más encima tienen que pagar arriendo, luz y agua. Nuestra idea surge por el sentimiento de tristeza de lo que nuestro pueblo está pasando».
Otros chilenos comienzan a organizarse también en las ciudades de Lyon, Marsella y Montpellier.
La próxima actividad de solidaridad en París tendrá lugar el sábado 13/6/2020
Una luz contra la censura
En Chile el colectivo de artistas Delight Lab proyectaba en el edificio de la Telefónica –en pleno centro de Santiago- la palabra HAMBRE, tras las manifestaciones que en ese día se desarrollaron en la capital. Al día siguiente un camión con potentes focos vino a censurar el trabajo de los artistas, quienes además fueron amenazados y su página hackeada.
Frente a estos hechos y la contingencia del país, la Asamblea de Solidaridad con Chile en Francia, a través de su Comisión Proyecciones decidió intervenir uno de los lugares más emblemáticos para mostrar su apoyo y solidaridad con el pueblo chileno : la Torre Eiffel. El domingo 31 de mayo a los pies del monumento y en la plaza Trocadero se proyectaron las palabras « Hambre », « Dignidad » y « En Chile se censura ».
Un miembro de la Comisión Proyecciones explica que hay que « aprovechar estos símbolos que son reconocidos mundialmente, que le dan una carga muy diferentes a los mensajes que proyectamos. Es un cierto poder que podemos aprovechar los chilenos en el extranjero, sobre todo en ciudades icónicas como esta ». Un mensaje que fue ampliamente difundido por las redes sociales y por algunos medios chilenos.
Un acto simbólico pero que muestra la implicación que los chilenos en el extranjero tienen con el movimiento social que naciera el 18 de octubre de 2019 y que toma otros ribetes debido a la panemia de coronavirus.
« Todos compartimos el sentimiento de frustración de no poder estar en la lucha más cotidiana y con los nuestros, de alguna forma es como una escapatoria, sentirse útil en la última línea que somos los que estamos fuera de Chile », concluye otro miembro de la asamblea.
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