Partageons les bonnes idées.
Por Yasmín Elena Navarrete Díaz
Nicanor Parra, creó un puente en nuestro imaginario, uniendo la poesía con la ciencia, como parte del desarrollo de su propia historia. Cuenta una anécdota que un día Pablo Neruda se encuentra con Nicanor en una tertulia entre poetas, Pablo entonces le dice: “Acá en Chile, el único poeta soy yo” a lo que Nicanor responde “Y acá el único anti-poeta soy yo”, frases que develan su identidad: la de un anti-poeta irreverente, lleno de ideas materializadas a través de su estética, por medio de sus palabras y artefactos. Sin duda uno de los precursores de la inter-disciplina, siendo también un didacta que enseñaba a través de sus metáforas, porque finalmente eso es lo que significa este recurso en poesía: Una relación entre conceptos que aparentemente no tienen conexión, siendo así como emerge la creación de una nueva posibilidad y de posibilidades con las que Nicanor Parra jugaba y disfrutaba de manera creativa.
La riqueza de su trabajo es la riqueza de su lenguaje en forma de anti-poesía, una respuesta provocativa a lo que conocemos como poesía, desafiándola desde su estructura, de – construyéndola y construyéndola en su desarrollo, una suerte de Haiku al más puro estilo bucólico Parriano.
Considero que Nicanor ha capturado la esencia de nuestra cultura, siendo Chile un país de poetas hemos abrazado la abstracción en el lenguaje, la ambigüedad que elimina las certezas donde nunca las hubo realmente, puesto que armamos y desarmamos desde el lenguaje (probablemente debido a la naturaleza telúrica de nuestra geografía, en la que un movimiento sísmico puede cambiarlo todo) con aquel “ingenio chileno” que no es otra cosa que una de las más bullentes formas de crear. Nicanor lo sabía bien, y él pudo encarnar hidalgamente aquella figura lúdica expuesta en su anti – poesía, más allá de la poesía, más allá de estructuras mentales preestablecidas, él quizás fue unos pasos más lejos, adelantándose a las ideas circundantes de la época.
Su obra nos invita a pensar críticamente y a romper los fundamentos de la poesía, a través de sus antipoemas transitar en ese juego dinámico de construcción-deconstrucción. Nos muestra que quizás desde la física es posible incluir lo subjetivo, participando en la creación de nuestra realidad de manera lúdica, continua y de inagotables formas.
Podemos decir que él fue uno de los padres impulsores en Chile de la interdisciplina: puerta abierta para las nuevas generaciones, dentro de las cuales me incluyo.
Hay un futuro que se despliega vasto hacia una nutritiva posibilidad de una sana interacción entre las ciencias duras y el arte. Nicanor deja entonces una puerta abierta para ser cruzada hacia el encuentro de una nueva visión del arte y de las ciencias. Probablemente sea la responsabilidad de mi generación y de las que vendrán, tanto en ciencia como en otras disciplinas, la factibilidad de involucrar al sujeto en el experimento/experiencia… Donde el observador no esté del todo separado de lo que observa (dejando de ser un ente abstracto que mide), bajo ciertos límites, donde la co-creatividad y la co-determinación se abran como una posibilidad cargada de innumerables formas a través de, por qué no, la poesía y su recurso metafórico.
La genialidad de Parra radicaba en su manera de comunicar, siendo profesor de liceo, académico universitario y tallerista, reunía a grandes cantidades de jóvenes en sus clases, que, por cierto, nunca olvidaron.
Arturo Cifuentes, quien fue su alumno y que es actual director académico del Centro de Regulación y Estabilidad Macrofinanciera de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, cuenta que “Siempre había gente que iba a escucharlo. Él era muy receptivo y nunca echó a alguien por no estar inscrito en su curso. Además, era bastante iconoclasta, no tenía respeto por muchas cosas establecidas y, en cambio, sí tenía un gran respeto por la “sabiduría popular”. En su curso se discutió mucho el Cristo de Elqui”.
También recuerda la siguiente anécdota: “En una clase se conversó sobre cómo ven la caída de una piedra, lanzada desde lo alto hacia el suelo, personas tan diferentes como Aristóteles, Newton, Einstein y un poeta. Cómo describiría cada uno de ellos la trayectoria de una piedra… Parra nos hacía pensar”.
Este artículo fue publicado originalmente en el sitio dicta.cl
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Liens (en français) sur l’œuvre de Nicanor Parra
https://www.espaces-latinos.org/archives/78085
https://www.persee.fr/doc/ameri_0982-9237_2005_num_33_1_1734
https://www.la-croix.com/Culture/Nicanor-Parra-antipoete-chilien-2018-01-23-1300908220
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