Partageons les bonnes idées
Como su nombre lo deja prever este libro en su formato digital está especialmente dedicado a los chilenos.
Que llevemos muchos años viviendo fuera de Chile, de manera definitiva o momentánea, siempre tendremos en común la lengua. Más aún en el uso de los dichos que nos identifican con un país.
Espero que este libro “Al Cateo ‘E LA LAUCHA” permita que compartan un buen momento en familia y con amigos.
Espesor histórico
de los dichos y refranes
(Conversación con Alfredo Matus, Director Honorario)
Y el refrán que no viene a propósito antes es disparate que sentencia (El Quijote)
PRÓLOGO
DE LA ACADEMIA CHILENA DE LA LENGUA
En una fecunda conversación con doña Consuelo Valdés, Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y varios sabios chilenos convocados a hablar de la situación in-
telectual que vivimos, surgió la idea de un pequeño libro para traer a la memoria de los jóvenes algunos dichos y refranes usados en Chile.
Los asistentes apreciaron esa iniciativa como una forma de reactivar un lenguaje que une a todos los habitantes, de cual- quier edad y condición, con gracia, imaginación y tradición: un lenguaje que se basa en el reconocimiento de dichos mu- chas veces oídos en la infancia y que juntan la frescura de la niñez con el ingenio de nuestra tradición común.
De esa idea surge esta muestra de dichos y refranes que se usan en Chile, que el Ministerio encargó a la Academia Chi- lena de la Lengua, presente también en esa reunión. Era na- tural hacerlo, ya que en la Academia han estado presentes desde hace cien años los estudios de refranes y de las ex- presiones populares, y un refranero panhispánico está en el horizonte de sus proyectos.
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No es este un libro para eruditos. Es librito para gozarlo des- de edades harto tempranas y hasta la vejez. No obstante, hemos procurado dar las pistas necesarias para que un lector interesado pueda profundizar.
En conversación con Alfredo Matus, director honorario, los académicos responsables del proyecto –directora y se- cretario de nuestra Academia– recuerdan la antigüedad y las raíces de los dichos y refranes en la tradición de la lengua castellana.
En el posfacio de Rodrigo Pinto, editor y alma del libro, en- contramos a los paremiólogos chilenos más célebres y una pequeña historia del refrán en Chile.
Este libro no solo contiene dichos y refranes, como “para men- tir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado”, sino tam- bién, a veces, locuciones, como “avivar la cueca” o “dar jugo”. En todo caso, siempre se trata de lo que los lingüistas denomi- nan “unidades fraseológicas”, es decir, combinaciones de pala- bras con cierto grado de fijación.
Locuciones y refranes están en los dos extremos de las unida- des fraseológicas. Mientras los refranes son pequeños textos autónomos con sentido pleno y se bastan a sí mismos, las locuciones funcionan como si fuesen una sola palabra y, por lo tanto, se usan al interior de frases y oraciones: “mi papá está rallando la papa con esa película”.
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Tratándose de una muestra, necesariamente los dichos y re- franes incluidos son pocos, pero muy usados en nuestro país. Para afirmar esto hemos revisado libros, preguntado en las redes sociales y, sobre todo, hemos contado con la colabora- ción insustituible y variosísima de los miembros correspon- dientes que la Academia tiene en todo Chile. Ellos corrobora- ron que los dichos y locuciones se emplean hoy, si no en todo el territorio, al menos en gran parte de él.
Es común que los refranes y locuciones tengan variantes. Elegimos poner solo una, pero en un estudio más acabado sería necesario precisarlas. Al caballo regalado, según unos, no se le debe mirar el diente; según otros, los dientes, y aun para otros, el colmillo. Y si a algunos una cosa les im- porta un cuesco, también hay a quienes les importa un bledo o un pucho.
En varios casos nos alejamos de las normas ortográficas y escribimos los refranes aproximándonos a la manera en que la gente realmente los dice. No se trata de una escritura pro- piamente fonética: las alteraciones se limitan a aquellas que cualquier persona puede advertir en el hablar. Porque una cosa es que falten tablas pa’l puente y otra, para el puente….
Algún día (porque está formulado y convenido en nuestros proyectos) la Academia publicará un refranero chileno, y al- gún día la asociación de Academias, por iniciativa de la Aca- demia Chilena, hará lo propio con un refranero panhispánico.
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Tendremos entonces sistemáticamente recogidos los dichos y refranes que circulan entre nosotros, y podremos considerar las variantes y precisar los significados.
Esta brevísima muestra surge del afán del Ministerio y de nuestra Academia de recordar a los jóvenes, y a todos los chilenos, un ingenio ancestral presente en el país y también el ingenio contemporáneo que ha ido produciendo nuevos dichos. En relación con un refranero verdaderamente acadé- mico, esperamos que funcione a la manera de un aperitivo.
Adriana Valdés Budge Directora
Guillermo Soto Vergara Secretario
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